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La ninfa ancestral, también conocida como «wild type» o tipo salvaje, es la forma original de la ninfa común (Nymphicus hollandicus) que se encuentra en la naturaleza. Esta variedad es la más común en la población de ninfas silvestres y se caracteriza por tener un cuerpo gris claro o marrón claro, con una cabeza amarilla y una cresta distintiva que se erige hacia arriba. También tienen marcas de color naranja en las mejillas y una banda oscura en las puntas de las alas.
A lo largo de los años, se han producido muchas mutaciones de color en las ninfas, pero la ancestral sigue siendo una de las variedades más populares. Es comúnmente utilizada como un punto de referencia para comparar otras mutaciones de color. Los criadores utilizan la ninfa gris como base para producir mutaciones específicas de color. Se cree que las ninfas ancestrales eran de color gris oscuro o marrón, y tenían una pequeña mancha blanca en la nuca.
Morfología
Es una especie de tamaño pequeño a mediano, con una longitud promedio de 30 cm de la cabeza a la cola y un peso de alrededor de 80-100 gramos. Tiene una cabeza grande y redondeada con un pico cónico corto y curvo que es perfecto para romper las semillas de su dieta.
Su cuerpo es compacto y robusto, con un cuello corto y musculoso y una cola corta y cuadrada. Presenta el plumaje predominantemente gris, con un tono más oscuro en la cabeza y un tono más claro en el cuerpo y las alas. Poseen la parte inferior de las alas y la cola en tono grisáceo con matices amarillos, mientras que en la frente, las mejillas y la garganta predomina el color amarillo.
La cacatúa ninfa ancestral tiene un anillo ocular blanquecino que rodea sus ojos oscuros y redondos, y dos marcas en sus mofletes que cambian de color dependiendo del género. En la ninfa ancestral macho presenta un tono naranja vivo mientras que en la ninfa ancestral hembra se encuentra menos intenso. Por otro lado, la piel de sus patas es de color gris claro y son fuertes y resistentes, ideales para trepar y escalar. Por último, las garras de sus patas son afiladas y curvas, lo que les permite agarrar objetos con facilidad.
Comportamiento
Las ninfas ancestrales son aves muy sociales que disfrutan de la compañía de otros pájaros y humanos. Son animales muy juguetones y activos, y les encanta explorar su entorno.
En su hábitat natural, las ninfas ancestrales viven en grandes bandadas, y esta es una de las razones por las que estas aves son tan sociales y disfrutan tanto de la compañía humana. Si se mantienen en solitario, las ninfas pueden desarrollar problemas emocionales y de comportamiento, lo que hace que sea esencial proporcionarles la compañía y el estímulo adecuados.
Además, son aves muy ruidosas. Les encanta cantar y hablar, y pueden ser bastante vocales si se sienten ignoradas o aburridas. Sin embargo, su canto y su charla son aspectos encantadores de su personalidad que los dueños de ninfas aprecian.
Estas cacatúas también son muy inteligentes y pueden aprender una gran variedad de trucos y comportamientos, siempre y cuando se les proporcione el adiestramiento concreto y se les recompense con golosinas saludables. El entrenamiento también es una excelente manera de vincularse con su ave y mejorar su relación.
Se considera importante tener en cuenta que las ninfas ancestrales también pueden ser territoriales y agresivas si se sienten amenazadas, y pueden mostrar comportamientos agresivos si se les molesta o se les priva de su espacio. Por esta razón, es esencial proporcionarles una jaula adecuada y suficiente espacio para que se sientan seguras y cómodas.
Reproducción de la ninfa ancestral
La reproducción de la ninfa ancestral es un proceso interesante y emocionante para los dueños de este tipo de cacatúa. A continuación, te explicaremos todo lo que necesitas saber para obtener éxito en su reproducción.
Para empezar, es importante destacar que la reproducción de las ninfas ancestrales requiere un compromiso y una dedicación importantes. Los dueños deben estar preparados para invertir tiempo y recursos en asegurarse de que las aves tengan las mejores condiciones para reproducirse. Además, es fundamental que se aseguren de que las ninfas estén en buena salud antes de comenzar el proceso de reproducción.
Uno de los primeros pasos es asegurarse de que se tenga una pareja compatible. Los dueños deben buscar parejas que se lleven bien y que no sean agresivas entre sí.
Una vez que se tiene una pareja de ninfas ancestrales, uno de los factores fundamentales es proporcionar una alimentación adecuada y equilibrada. Esto incluye una variedad de semillas, frutas, verduras y proteínas. Además, se debe asegurar que las aves tengan acceso a agua limpia y fresca en todo momento.
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Otro factor clave es proporcionarles un ambiente adecuado. Las ninfas necesitan una jaula espaciosa y bien equipada, que incluya perchas, juguetes y un nido adecuado. El nido debe ser lo suficientemente grande para que las aves puedan moverse libremente y debe estar hecho de materiales seguros y cómodos.
Una vez que se han producido todos estos factores, se debe esperar a que la hembra comience a poner huevos. Por lo general, ponen huevos cada dos días y pueden poner hasta seis huevos en un solo ciclo de reproducción. Los huevos se incuban a una temperatura concreta y con un nivel de humedad adecuado para que puedan eclosionar.
Durante la incubación, macho y hembra se turnarán para incubar los huevos. De hecho, cuando uno de ellos esté en el nido, es probable ver que el otro ejemplar le lleve alimento para que no cese la incubación.
Cabe destacar que la ninfa ancestral es la mutación dominante, lo que significa que sólo se necesita un gen para heredar la característica. Cuando se crían dos ninfas ancestrales juntas, las crías tendrán la misma apariencia que los padres. En cambio, cuando se cría una ninfa ancestral con otras mutaciones, las crías tendrán una apariencia mixta, ya que las otras actúan con gen recesivo.
Por ejemplo, la ninfa lutina, que es amarilla, es el resultado de una mutación de la ninfa ancestral. La ninfa perlada, que tiene manchas blancas en su plumaje, también se desarrolló a partir de esta.
En resumen, la ninfa ancestral es la mutación natural y dominante en las ninfas, que ha dado lugar a muchas otras mutaciones de color. Son aves amigables y fáciles de cuidar, y pueden ser una gran mascota para aquellos que buscan un compañero inteligente y activo.
